Nuestra historia

Reposteros en Ferrol desde 1904

Tenemos que remontarnos a la enorme tradicción pastelera aragonesa de finales del siglo XIX y a la creciente ciudad modernista e industrial de Ferrol para comprender cómo Francisco Gascón Gaspar, natural de Zaragoza, llegó a Ferrol para empezar un plan de vida como repostero.

En 1904, estaba establecido en un local pequeño en el bajo del hotel Ideal Room. Francisco trabajaba para el hotel y tenía «despacho» a la calle, en el lugar que fue mucho después Zara Hombre.

Muchas pastelerías en el Ferrol de la época, como La Nueva España o Hilario Tomás, estaban dirigidas por aragoneses, así que, probablemente, Francisco Gascón, tuviese como referente a sus compatriotas para arrancar un negocio de pastelería en la hermosa y boyante ciudad de Ferrol.

Así, coincidiendo con la botadura del acorazado Jaime I y la creación del Toxos e Froles, en 1914, Francisco Gascón inaugura El Ideal Petit en el Cantón.

El 1 de noviembre de 1916, Francisco Gascón traspasa la confitería a José Mera, un empleado que tenía desde el 20 de Enero de 1918 y con el que habia forjado una gran amistad.

Las siguientes generaciones

Francisco Gascón, en su afán por renovar, y con ideas frescas traidas principalmente de Francia y algunas ciudades de España, inaugura el 7 de diciembre de 1929, su nuevo negocio Confitería Gascón en la Calle Real.

El 25 de enero de 1936 su hija Elena Gascón y Ciriaco Rubio contraen matrimonio.

La consolidada y reputada confitería pasa en 1947 a manos de la pareja que no tardan en hacer mejoras, así, en 1950, reforman la fachada de la confítería de la Calle Real (General Franco) para darle un aspecto moderno y propio de la época.

El 21 de julio de 1955, fallece el fundador Francisco Gascón.

A mediados de 1964 Elena y Ciriaco amplian el negocio y abren otra sede en la Carretera de Castilla (Avda. de generalísimo). A partir de esa fecha, la confitería Gascón tenía dos sedes.

Su gran pasión de escultor podía saborearse en el escaparate de la pastelería. Sus creaciones escultóricas, principalmente de chocolate, hacían las delicias de los viandantes. Así, por ejemplo, en 1967, su escaparate resultó ganador del concurso provincial de escaparates, con motivo de la campaña del alumbrado de vehículos.

En 1976, fallece Ciriaco y un tiempo depués, los dos hijos de Elena Gascón y Ciriaco Rubio, deciden tomar caminos por separado. Así, el hijo mayor, José Rubio Gascón, se instala en la Confitería Gascón de la Carretera de Castilla.

Además de la pastelería, José Rubio, en su incansable labor de innovación, en el año 1990, inaugura la escuela obrador al lado de la confitería de la carretera de castilla, en donde arranca impartiendo clases del INEM.

José Rubio Gascón es el creador de la famosa tarta típica de Ferrol, la tarta Castiñeira, una delicia de castañas, almendras y marrón glacé que en 1994 obtuvo la insignia de oro de la ciudad.

Además de su labor como repostero, José Rubio Gascón es un artista reconocido y, entre otras obras, es el creador del monumento al cofrade, conocido popularmente como “Capuchoncito” o La escultura Mulleres falando que se encuentra frente al edificio de la Xunta.

La actualidad

El cuarto relevo generacional recae sobre Rosina Rubio y su marido Pedro García Espasandín. Rosina sigue la tradición de su padre de mantener el escaparate perfecto, además de llevar la contabilidad y ser la cara visible ante los clientes.

El amor y el azar han hecho que, Pedro, yerno de Gascón, descubriera que andar entre mangas pasteleras, chocolates y creaciones reposteras era su verdadera pasión. Fruto de esta casualidad, Pedro continúa con la tradición familiar en la confitería y, junto con Rosina, al mando de la escuela que tiene más de cuarto de siglo.

Hoy en día, la escuela obrador es un referente y convoca cada año a los reposteros mas reputados del panorama internacional.